Creemos que es común que las personas tengan la ilusión de crear algo, superar retos, algo nuevo, algo diferente. Estos sentimientos se pueden buscar mientras pintas un cuadro, escribes un libro, o escalar una montaña para buscar tu superación. Buscar verte realizado, y sentir la satisfacción que gracias a ti algo va mejor, o has aportado en algún aspecto de algún proyecto en el que sientes que tus ideas han ayudado a mejorar una situación o problema. En el mundo empresarial que vivimos, esta satisfacción es a menudo difícil de conseguirse por el empleado del mando intermedio. Muchas veces los intereses de los proyectos, o de los clientes, o incluso de las personas, aunque no debieran afectar, frustran el esfuerzo realizado de lo que, en muchas ocasiones, son buenas ideas. Tras repetidas situaciones en las que realmente no puedes cambiar las cosas, te planteas invertir parte de tu tiempo en crear ese negocio que siempre supiste que ibas a terminar haciendo. Ese ha sido nuestro caso en particular.

La primera idea era instaurar el negocio en un local al que teníamos fácil acceso, situado también en el distrito de Gaztambide en el barrio de Moncloa. Al ser un local de mi propiedad y no tener ningún
gasto, la idea original era hacer una lavandería autoservicio estándar, pero “mejorada”. Espacios más amplios, prensa diaria, Wi-Fi, y máquinas de vending que en su gama ofrecieran los cafés y snacks de mayos calidad. Igualmente, la idea era crear un mobiliario de cobre anclado al suelo, sillones, sofás, mesas, etc. con acolchado de baja calidad y fácil reposición, y crear el modelo estándar de lavandería autoservicio desatendido en la mayor parte del día, pero con un ambiente más cálido y confortable. Ofrecer esto ya suponía ofrecer mucho más que la mayoría de establecimientos de este tipo. Tras estudiar toda la gama de maquinaria del mercado, competencia, y las opciones que dan todos los fabricantes, descubrimos que era conveniente y casi necesario tener secadoras de Gas, las cuales necesitan una salida de humos dedicada, ya que expulsa vapor de agua, ni es caliente, ni es oloroso, pero es lo que marca la normativa para obtener la licencia, si son el tipo de secadoras por las que has optado.

Es aquí donde se abre el nuevo reto de conseguir una salida de humos, la cual, tras meses de espera a respuesta por parte de la comunidad, me es denegada, ya que una salida de humos le podría dar licencia de “Bar” al establecimiento, y pese a que les firmara un compromiso como propietario que eso nunca sucedería, me negaron la instalación en rotundo. En este punto teníamos la ilusión y la decisión de intentarlo tan avanzados, que recordamos que no teníamos porque poner barreras ni dejar que otros las pusieran para avanzar en el proyecto, lo que necesitaba era usar mi ingreso del alquiler en buscar otro local…

1. El local, tenía que tener salida de humos…

2. Debía de ser un sitio amplio con la posibilidad de tener un espacio confortable para el cliente… poder poner un sistema de vending con un café de calidad, un snack curioso…. Algo diferente…. Ofrecer Mas, o Mucho Mas 😉.

3. Los locales que cumplen las características anteriores, o eran bares, o lo habían sido. En ese momento pensamos…. ¿Bares? ¿Una lavandería más moderna con amplios espacios donde leer o usar Internet tomando un café sea algo rutinario mientras haces tú colada? ¿Ofrecer algo diferente? ¿Ofrecer Mas, o Mucho Mas?

Pues bien, ya teníamos una buena Idea, y seguro que esta no la íbamos a dejar de intentar.